Suicidas

El domingo pasado una mujer saltó de las escaleras que hay en la parte exterior de la estación de Atocha. Los servicios de emergencia trataban de reanimarla, calculo que sería una caída análoga a la de tres pisos, era de noche, casi las once, y un trabajador del aparcamiento se lo contaba compungido a una compañera recién llegada. He buscado la noticia en la prensa pero no la he encontrado, quizás alguno de mis eficaces  lectores sepa dónde está pero no lo creo. Yo fui humilde y me subí en el taxi de mal humor, si una mujer muere a 20 metros de donde estás apagando el cigarrillo lo menos que puedes hacer es esperar un cuarto de hora para reírte porque has visto un gato enajenado persiguiendo a un perro enano e hijo de mil padres que sólo quería compartir un poco de inmundicia. Ahí estaban las ambulancias animando la noche como si hubieran montado la Love Parade  en el Retiro y mientras la gente cansada porque es domingo por la noche y no quieren volver a sus vidas de mierda, hacen como que no ven las luces, los más cínicos, como yo, dicen que no quieren molestar a los profesionales que están haciendo su trabajo.

Escucho muchas voces sobre el tema. No hay persona que no haya tenido una relación más o menos directa con el suicidio aunque muchas veces se haya difuminado ese recuerdo como al contar a nuestros colegas cómo era la chica con la que habías follado la noche anterior que se desvanecen kilos, arrugas, risas chillonas o actitudes sexuales decimonónicas. Hasta los años setenta se maquillaban algunos suicidios para poder enterrar al finado en camposanto, más tarde la Iglesia comprendió que no era necesario ser tan exigente para asignar destinos una vez muertos los interesados.

Junto a la vergüenza social del suicidio nos encontramos con el mutismo de los medios de información. Se decidió que los medios no debían informar sobre los suicidios porque producían un efecto llamada. No es algo que haya nacido con el auge de las fotos de Julio Iglesias por whatsapp, se llama Efecto Werther ( http://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_Werther ) y se remonta, como casi todo lo realmente elegante, a Goethe. El Código Penal no castiga a los suicidas, se entiende que no puedes condenar a alguien con nada que haga temer al suicida la pena. Parece lógico. Cosa diferente es la inducción o la cooperación al suicidio. Quiero dejar terminantemente clara mi posición respecto al suicidio: prefiero que la gente no lo haga. Me parece un drama incomprensible para alguien tan mentalmente inestable y a ratos lúcido como yo. Y me parece bien que cada uno tome la postura que tenga por conveniente, aparte de los suicidas potenciales que lean estas cartas a los que no creo que pueda convencer de lo contrario.

Una vez aceptada la idea de que el suicidio es una realidad, que es una opción tradicionalmente popular, ay mi llorado Larra, y que es una realidad popular de la que todos participamos de una u otra manera voy a plantear la cuestión que más me intriga del asunto. ¿Si los medios no informan sobre los suicidios, por qué lo hacen cuando interviene un desahucio ? Hay infames webs que no voy a publicitar que sitúan geográficamente los suicidios relacionados con la crisis. La Gran Depresión creó en nuestro imaginario una horrible pero atrayente estética de magnates de la nada saltando al vacío. Ha muerto gente que no podía pagar la hipoteca, ha muerto gente en paro, ha muerto gente que no podía alimentar a sus hijos como les correspondía pero me juego un brazo a que un redactor de periódico o un diputado se equivocan o mienten al decir que esas personas han muerto porque no podían pagar la hipoteca e iban a ser desahuciados. Si el suicidio es la única causa de esas muertes los que han sido desahuciados y siguen con vida son unos locos, supongo. No creo que el suicida sepa por qué lo hace y se me antoja que nunca debe haber una única razón. Me cuentan que los que saltan de un edificio se quitan las gafas y las guardan, supongo que no ayudan cuando todo es insondablemente borroso. No sé si la señora de la otra noche sobrevivió, no he visto nada relacionado en la prensa, supongo que vivía de alquiler,  espero que esté viva y a partir de ahora sea feliz. Descansen en paz.